No se trata de una secuela de Charlie y la fábrica de chocolate
en la que Wonka busca desesperadamente al espía que le robó la fórmula
secreta de sus golosinas. Si fuera parte de una película de Tim Burton,
veríamos al chocolatero resentido lanzando paragüitas (de esos cuyo
envoltorio está lleno de puntitos de colores) a los rusos. La escena
sería por lo menos graciosa, pero como la que transcurre en el este de
Ucrania sucede en el plano real, lo que vemos es el enfrentamiento
armado más serio desde la Guerra Fría.
El viernes
5 de septiembre, en una reunión en Minsk, Bielorrusia, las autoriades
de Kiev y las milicias prorrusas de Donbass acordaron un alto al fuego
para resolver la crisis en la zona. Como intento puede ser considerado
importante pero eso no excluye la posibilidad de que también sea un
“parche”, porque lo que en realidad hay en la región es un conflicto en
stand by, una separación traumática, una guerra con delay. Todos
resabios del no amor existente en la relación entre Rusia y Ucrania. Seguir leyendo >
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